¡Qué importante es saber quiénes somos y lo que Dios nos ha dado para ofrecer a este mundo!
¿Te has dado cuenta que una de las metas del enemigo es hacerte dudar de ti mismo?
No es casualidad que su primera tentación con Jesús fue decirle: “Si eres... hijo de Dios…” Le quiso hacer dudar de quién era para debilitarlo, para que perdiera confianza en lo que tenía para aportar en esta tierra.
Por eso, no te extrañe que el enemigo use a gente y circunstancias para hacerte dudar de quién eres y el valor en lo que tienes para ofrecer.
¿Qué puedes hacer? Afirma tu identidad en lo que Dios dice de ti, eso te dará seguridad y te afirmará en tu interior. Te sentirás más seguro de ti mismo, dependerás menos de la opinión de los demás, porque sabes quién Dios dice que eres y lo que vales.
¡La persona segura se atreve a dar pasos de avance,
mientras otros, por temor, nunca los llegan a dar!
¿Qué tal si nos afirmamos los unos a los otros para que podamos dar lo mejor de nosotros? Nuestra productividad aumentaría. Por lo que, recordemos quiénes somos y lo que tenemos para ofrecer, y afirmemos a los de nuestro alrededor. Nadie es perfecto, pero si uno se compromete a aprender, tendrá crecimiento.
¡Elige ser tu mejor tú y sirve a los demás con lo que tienes para ofrecer!
Atentamente,
Kees-Jan y Candy de Maa